viernes, 5 de junio de 2020

Hospital Universitario de Maracaibo colapsa ante el foco de COVID-19 en Zulia, afirman médicos


Con limitaciones de equipos de bioseguridad y déficit de personal enfrentan los trabajadores del Servicio Autónomo Hospital Universitario de Maracaibo (Sahum), único hospital centinela de la capital zuliana, el incremento del número de pacientes con COVID-19 durante los primeros días de junio.

“El hospital está colapsado”, expresó una doctora del centro que prefirió resguardar su identidad.

En los últimos días, el hospital ha recibido numerosos pacientes relacionados con el brote del mercado Las Pulgas de Maracaibo, uno de los principales centros de comercio de la ciudad, convertido en el foco de transmisión comunitaria de coronavirus más importante en el país en la actualidad, que suma 121 casos activos según las autoridades.

Ante el déficit de personal y el aumento de casos, los médicos y los residentes de posgrado de todas las especialidades hacen turnos de guardia en las áreas destinadas para la atención de pacientes con COVID-19.

El centro se encuentra en la “fase 2” del plan elaborado por los especialistas para prepararse contra el coronavirus: cuando el área principal de aislamiento se queda pequeña, se abren otras alas de hospitalización debido a la llegada de muchos pacientes, destaca un especialista.

El Hospital Universitario de Maracaibo habilitó tres pisos para alojar pacientes con COVID-19. En caso de que se desborde su capacidad de hospitalización, se pasaría a una “fase 3” que requerirá el apoyo de otros centros. Así, el Sahum pudiera convertirse en próximos días en el primer hospital venezolano en ver sobrepasada su capacidad durante la pandemia.

Trabajadores de las áreas de COVID-19 denuncian que les entregan un solo equipo de protección personal por día y pasan hasta 24 horas con los mismos equipos de bioseguridad. Agregan que hay guardias “sin personal de enfermería” y que algunos pacientes estuvieron hasta cinco días sin recibir tratamiento, pues las tabletas de hidroxicloroquina, parte del protocolo dispuesto por el Ministerio de Salud, tardaron en llegar. Además, aseguran que la alimentación para los pacientes es una sola: arroz y granos.

Residentes expuestos

El personal afirma que muchos residentes de posgrado del hospital participan en los protocolos de atención a pacientes con COVID-19 porque desean culminar sus estudios, porque de lo contrario “renunciarían” debido a los riesgos a los que son sometidos: posibilidad de contagio por equipos limitados, falta de seguridad y amenazas.

Además de la dotación limitada de equipos de bioseguridad, los médicos están expuestos a “eventualidades” por molestias de parte de familiares y de los propios pacientes, que en ocasiones expresan que se quieren ir del hospital. No cuentan con seguridad y reciben amenazas por si revelan información o si se niegan a atender pacientes ante la ausencia de equipos de protección personal.

“La condiciones para los residentes de posgrado son terribles. Si se enferman (asintomáticos) ni siquiera se les garantiza un cupo en el hospital. Los envían a moteles donde no hay nadie. Y además si están enfermos sintomáticos no se les garantiza un ventilador”, agrega un especialista del centro, donde dos residentes de Cirugía ya han dado positivo.

El centro se encuentra en la “fase 2” del plan elaborado por los especialistas para prepararse contra el coronavirus: cuando el área principal de aislamiento se queda pequeña, se abren otras alas de hospitalización debido a la llegada de muchos pacientes, destaca un especialista.

El Hospital Universitario de Maracaibo habilitó tres pisos para alojar pacientes con COVID-19. En caso de que se desborde su capacidad de hospitalización, se pasaría a una “fase 3” que requerirá el apoyo de otros centros. Así, el Sahum pudiera convertirse en próximos días en el primer hospital venezolano en ver sobrepasada su capacidad durante la pandemia.

Trabajadores de las áreas de COVID-19 denuncian que les entregan un solo equipo de protección personal por día y pasan hasta 24 horas con los mismos equipos de bioseguridad. Agregan que hay guardias “sin personal de enfermería” y que algunos pacientes estuvieron hasta cinco días sin recibir tratamiento, pues las tabletas de hidroxicloroquina, parte del protocolo dispuesto por el Ministerio de Salud, tardaron en llegar. Además, aseguran que la alimentación para los pacientes es una sola: arroz y granos.

Residentes expuestos

El personal afirma que muchos residentes de posgrado del hospital participan en los protocolos de atención a pacientes con COVID-19 porque desean culminar sus estudios, porque de lo contrario “renunciarían” debido a los riesgos a los que son sometidos: posibilidad de contagio por equipos limitados, falta de seguridad y amenazas.

Además de la dotación limitada de equipos de bioseguridad, los médicos están expuestos a “eventualidades” por molestias de parte de familiares y de los propios pacientes, que en ocasiones expresan que se quieren ir del hospital. No cuentan con seguridad y reciben amenazas por si revelan información o si se niegan a atender pacientes ante la ausencia de equipos de protección personal.

“La condiciones para los residentes de posgrado son terribles. Si se enferman (asintomáticos) ni siquiera se les garantiza un cupo en el hospital. Los envían a moteles donde no hay nadie. Y además si están enfermos sintomáticos no se les garantiza un ventilador”, agrega un especialista del centro, donde dos residentes de Cirugía ya han dado positivo.

Según el Colegio de Médicos del estado Zulia, el único hospital centinela de Maracaibo, que ahora cuenta con una junta directiva interventora, tiene solo 14 camas operativas en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). De acuerdo con trabajadores del centro, hay 12 cupos para ventilación. Además, el Sahum tiene fallas en el suministro de agua y se surte con cisternas.

Levantar un cuerpo

Este miércoles 3 de junio, un video encendió las alarmas en redes sociales. La grabación, realizada desde el piso 5, uno de los niveles destinados para la atención de COVID-19, mostraba el desespero de los pacientes ante la ausencia de personal y el fallecimiento de una persona.

“No hay nada de medicamentos, nada de enfermeras, se acaba de morir un paciente que tiene aquí varios días y no atienden”, dice una voz masculina en el video. “Por favor ayúdennos”, agrega.

Para los especialistas, el video es el reflejo del hospital. Sin embargo, explican que el levantamiento de los fallecidos no se está haciendo de manera inmediata, pues debe encargarse un personal específico con un traje especial llamado Hazmat o traje de protección NBQ (nuclear, biológica y química), que cubre todo el cuerpo y que cuando se acaba es repuesto con retraso.“Para sacar el cadáver necesita hacerlo el personal de traslado. Ellos deben llevar traje Hazmat. No están listos para buscarlos apenas fallecen”, dice un especialista del hospital.


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