1. La relación causal se establece sobre la base de: datos clínicos y
patológicos; información básica sobre la ocupación y un análisis del empleo;
identificación y evaluación de los factores de riesgo de la ocupación
considerada, y el papel que desempeñan otros factores de riesgo.
2. Los datos epidemiológicos y toxicológicos son útiles para determinar la
relación causal que existe entre una enfermedad profesional específica y la
exposición correspondiente en un entorno de trabajo o actividad laboral específicos.
3. Por regla general, los síntomas no son lo suficientemente
característicos para permitir el diagnóstico de una enfermedad profesional si
no se conocen los cambios patológicos provocados por los factores
físicos, químicos, biológicos o de otro tipo a que están expuestos los
trabajadores en el ejercicio de una ocupación.
4. Por lo tanto, es normal que cuanto mejor se conozcan los mecanismos de
acción de los factores mencionados, el aumento constante del número de
sustancias utilizadas, y las características y variedad de los agentes de los
que se sospecha, más fácil resultará hacer un diagnóstico preciso, y al mismo
tiempo ampliar la lista reconocida de enfermedades de origen
profesional.
5. El reconocimiento de una enfermedad como profesional es un ejemplo
concreto de toma de decisión en materia de medicina clínica o de epidemiología
clínica aplicada. Decidir sobre el origen de una enfermedad no es una
«ciencia exacta», sino una cuestión de criterio
basada en un examen crítico de todas las evidencias disponibles, entre los
que se deben incluir los siguientes:
n Intensidad de la asociación. Cuanto
mayores sean los efectos de la exposición en la frecuencia o el desarrollo de
una enfermedad, mayores serán las probabilidades de que exista una relación causal
entre la exposición y ese desarrollo o frecuencia.
n Concordancia. Diferentes informes de
investigación que desembocan en resultados y conclusiones similares en términos
generales.
n Especificidad. La exposición a un factor
de riesgo específico se traduce en un patrón claramente definido de la
enfermedad o las enfermedades.
n Relación o secuencia temporal. Entre la
exposición considerada y la aparición de la enfermedad transcurre un período de
tiempo compatible con cualquier mecanismo biológico propuesto.
n Gradiente biológico. Cuanto mayores sean
el nivel y la duración de la exposición, mayor será la gravedad de las
enfermedades o su incidencia.
n Plausibilidad biológica. De acuerdo con
los conocimientos que hoy se tienen sobre las propiedades toxicológicas y
químicas y otras características físicas del riesgo o peligro estudiado, es
racional afirmar, desde el punto de vista biológico, que la exposición conduce
al desarrollo de la enfermedad.
n Coherencia. Se logra cuando a partir de
una síntesis de todas las evidencias (por ejemplo, estudios de epidemiología
humana y animal) se deduce la existencia de una relación causal en el sentido
amplio y según el sentido común.
n Estudios de intervención. En algunos
casos, una prueba preventiva básica permite verificar si la supresión de un
peligro determinado o la reducción de un riesgo concreto del entorno de trabajo
o de la actividad laboral impide el desarrollo de una enfermedad específica o
reduce su incidencia.