Numerosos conceptos resuenan hoy en las organizaciones que quieren
avanzar en la prevención de riesgos del trabajo dentro de las empresas, a
continuación se busca despejar algunas dudas sobre su alcance y vínculo
entre ellas.
Introducción
Antes de comenzar es importante mencionar que una de las causas principales que explica
la ocurrencia de gran parte de los accidentes de trabajos son los actos inseguros.
Se denomina acto inseguro a «todo acto u omisión cometido por una persona que
posibilita la generación de un accidente del trabajo».
Si se repite el acto inseguro muchas veces y no se produce el accidente, esto le da al
trabajador una falsa sensación de seguridad. El repetir el acto inseguro muchas veces,
produce un hábito inseguro. Si se repite un acto inseguro, tarde o temprano, producirá el
accidente.
Sin lugar a dudas si queremos prevenir dicha causa debemos trabajar indefectiblemente
con los comportamientos humanos, algo complejo de realizar pero impostergable.
Es allí entonces donde los conceptos que se valoran a continuación cobran sentido.
El Autocuidado – La gestión distribuida de la seguridad
Es éste uno de los primeros conceptos que fueron utilizados sobre el tema y el que más se
menciona tal vez dentro de las organizaciones actualmente. Una de las definiciones que
podemos utilizar al respecto es “cualquier acción reguladora del funcionamiento del ser humano que se encuentra bajo el control del propio individuo, realizada de forma
deliberada y por iniciativa propia” (Alexander Segall & Jay Goldstein, 1998).
Para poder ampliar éste término debemos hacernos la pregunta, ¿quién es responsable de
la prevención? Para cuya respuesta podríamos decir “la prevención es responsabilidad de
todos los integrantes de la organización: gerentes, directivos, supervisores, operarios,
área de mantenimiento, área de limpieza. Todas las áreas están involucradas en la
prevención de riesgos laborales”. Ese “todo” es “cada uno” y es entonces el individuo
quien debe cuidarse.
¿Cómo lograr el autocuidado? Ello implica movilizar al individuo en búsqueda de su propio
interés, para lo cual cualquier estrategia sería válida: exponerlo a diferentes vivencias,
trabajando desde la parte motriz pero dándole importancia a la parte psicológica, a través
de talleres, simuladores, videos, etc.
Ahora bien, todo esto que parece sencillo en la práctica no lo es y representa todo un
desafío para el prevencionista. Por ello, una posibilidad es introducirse en el concepto de
buscar la auto-observación.
De esta auto-observación pueden surgir informes que sean compartidos, discutidos y
consensuados con todos los colegas que desarrollen una tarea similar y que también
habrán hecho su propia auto-observación. Como resultado se genera un valioso material
que será trabajado en segunda instancia, junto con especialistas, a fin de tomar las
medidas y modificaciones necesarias.
A este sistema lo llamamos CCS o Creación de Conductas Seguras, y tiene como fin el
“autocuidado” del trabajador.
Creación de Conductas Seguras (CCS)
Ricardo Sheffick Smith propone en el libro Cultura Preventiva, publicado por FISO en el
año 2013, que no se hagan observaciones entre pares, sino que cada uno tenga la
responsabilidad de observarse a sí mismo. En definitiva debemos crear un sistema de
Auto-Observación de Conductas Seguras.
Hemos acordado que la persona que más sabe sobre los riesgos de su puesto de trabajo
es, precisamente, quien lo desempeña. Cada persona conoce los riesgos habituales a los
que está expuesta, sabe además que a veces toma riesgos innecesarios y en muchas otras
ocasiones realiza conductas no seguras, sabiendo que lo son, pero no teniéndolas en cuenta en ese momento. Si repetimos un tipo de conducta varias veces y sin
consecuencias, dejaremos finalmente de considerarla como riesgosa.
La conducta de riesgo no ha cambiado, sólo ha cambiado nuestra percepción sobre ella.
Este método está basado en la asunción de la responsabilidad en seguridad por parte de
todos los integrantes de la organización, ya que todos participan de la misma. Intenta
lograr que todos los miembros de la organización tengan un compromiso firme y visible
con su seguridad. Para ello es fundamental desde un principio el compromiso de la alta
jerarquía, ya que de este modo se logra que la propiedad de la seguridad baje y alcance
todos los niveles de la organización.
El que todos sean propietarios de la seguridad se consigue con la participación subsidiaria
y activa de toda la organización, al reconocimiento y feedback asociados a esta
participación y al compromiso general y visible con la seguridad.
Esta nueva forma de organizar la seguridad da como resultado grupos de personas
capaces de aprender constantemente a mejorar su entorno laboral y hacerlo más seguro.
Asimismo, se trata de un sistema que perdura en el tiempo, ya que los propios implicados
cuentan con las habilidades necesarias para responder a nuevos desafíos y situaciones no
previstas.
De este modo, la GDS (Gestión Distribuida de la Seguridad) además de mejorar la
seguridad laboral brinda a las personas dentro de la organización:
1. Espacio para desarrollarse.
2. Posibilidades de aprendizaje.
3. Apoyo mutuo, respeto.
4. Sentido a lo que hacen.
Y una vez que el sistema está implantado y las personas confían en él, las soluciones a
problemas se logran en períodos de tiempo mucho más breves, produciendo plantillas
muy motivadas para ponerlas en práctica ya que se trata de sus propios diseños y
decisiones.
No se trata de un método estándar, ya que:
- Las propias personas reestructuran sus diseños de trabajo.
- No existe período de aceptación de la novedad en la medida en que ésta
es propuesta por los mismos trabajadores.
- La responsabilidad de la seguridad de la tarea es asumida por las propias
personas que la realizan.
- Es un verdadero método de "hágalo usted mismo", rompiendo con el
sistema de los expertos, muchas veces teóricos, que no aprovechan la
riqueza de experiencias de los que están en constante contacto con el
riesgo.
El experto puede asumir un rol de consultor, el que aporta nuevas técnicas y un
colaborador del personal que está a diario frente al problema. Para cuestiones técnicas el
experto debe opinar y, en su caso, discutir y demostrar si una solución propuesta no es
viable técnica o económicamente.
La Gestión de Riesgos en Equipo (GRE)
Gran parte de las organizaciones que lograron instalar la cultura del autocuidado,
redoblaron la apuesta en un pensamiento más amplio que busca no sólo que la persona se
cuide ella misma sino también que “cuiden a sus propios compañeros de trabajo”.
El concepto narcisista del “yo me cuido” está en primera instancia y es fundamental
porque puede ayudar a evitar numerosos accidentes. Una vez que el autocuidado se
incorpora como valor, se deberá inducir a la persona al cuidado del otro, a ayudar a los
otros a cumplir sus metas y objetivos sin accidentes.
Este modelo es aplicado en varias ocasiones bajo lemas como “Guardianes de la
Seguridad” y se evalúan las acciones de prevención que un compañero realizó por otro,
sin un carácter necesariamente de inspección o “policía”.
Fuentes
Claves para la Prevención de Riesgos en el Trabajo – Mauricio Cattaneo - FISO,
2014.
Cultura Preventiva – Ricardo Sheffick Smith- FISO -2013.
Buen aeticulo...gracias...
ResponderEliminarMe alegra que este articulo sea de gran utilidad
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