Aún se debate en algunos espacios nacionales el reconocimiento de la epidemiología como la ciencia básica de la salud pública, conceptualización expresada por Nakajima en una reunión de la Asociación Internacional de Epidemiología, cuando ejercía funciones como Director de la Organización Mundial de la Salud, y celebrada en los Ángeles, Estados Unidos, en 1990. Este criterio se fundamenta en las características siguientes:
a) Una ciencia básica, estructurada en el conocimiento operacional de la probabilidad, la estadística y los
métodos de la investigación.
b) Un método de razonamiento causal con base en el desarrollo y comprobación de hipótesis pertinentes
sobre la ocurrencia y prevención de la morbilidad y la mortalidad.
c) Una herramienta de acción para la Salud pública que permite promover y proteger la salud de las personas,
basada en la ciencia, el razonamiento causal y una dosis de sentido común práctico
Sea ciencia básica o no, son inobjetables sus usos para contribuir a elevar los niveles de salud y bienestar
de la población. No es propósito, retomar las diferentes acepciones de la epidemiología,
y suscribimos la definición que se ha aprobado sin mucha discrepancia, que fue propuesta por Last (1988)
y que incluye los principios de la epidemiología: “Epidemiología es el estudio de la distribución y de los
determinantes de los estados o eventos relacionados con la salud en poblaciones específicas y la aplicación
de este estudio al control de los problemas de salud” .
A semejanzas de lo ocurrido con la definición y enfoques de la epidemiología, se le han agregado lo
que algunos estudiosos consideran sus “apellidos”, o más bien, la posibilidad de entender su aplicación en
otros campos del saber. Así surgen, la epidemiología ambiental, clínica, molecular, genética, etc. En ese
sentido, la epidemiología ocupacional se reconoce como una subdisciplina enlace entre la epidemiología
general y la medicina ocupacional, cuyo objetivo es determinar la frecuencia y las causas de las enfermedades
y los daños relacionados con el trabajo, mediante la aplicación de métodos de investigación rigurosamente
científicos .
También la epidemiología ocupacional o epidemiología del trabajo se ha definido como el estudio de
los efectos de las exposiciones en el lugar de trabajo sobre la frecuencia y distribución de enfermedades y
lesiones en la población trabajadora. Por consiguiente, se trata de una disciplina orientada a la exposición,
que mantiene vínculos con la epidemiología y con la higiene industrial (Checkoway et al, 1989), y como
tal, utiliza métodos similares a los empleados por la epidemiología general. El principal objetivo de la
epidemiología ocupacional es la prevención, mediante la identificación de las consecuencias para la salud,
de las exposiciones en el lugar de trabajo, determinar la historia de las exposiciones a las que ha estado
sometida una persona durante toda su vida laboral, y con esta información, tomar las precauciones para
eliminar, disminuir o controlar el riesgo de los trabajadores .
Dado el carácter esencialmente preventivo-promocional del campo de la salud de los trabajadores y
con el objetivo difícil y complejo de comprender al hombre en su situación y condiciones de trabajo, es
necesario la contribución de distintas disciplinas y es así que convergen en este campo diversas áreas del
conocimiento, como la medicina del trabajo, la higiene y seguridad, la sociología, la antropología, la ergonomía,
la psicología, el derecho, la epidemiología, la enfermería y la economía, entre otras .
Con este enfoque dinámico interdisciplinario se intenta superar los paradigmas biologicista y ambientalista
que existían anteriormente, al focalizar el estudio de la relación dinámica hombre-trabajo-salud, considera
al hombre como un todo y analizar su dimensión intralaboral y extralaboral de forma interdependiente,
profundizar en el estudio sobre el trabajo y su repercusión sobre el proceso salud-enfermedad, expresado
en efectos negativos tempranos y en efectos positivos. Es así que al desarrollarse la epidemiología
ocupacional, se rebasan las acciones de diagnosticar y curar con acciones preventivas para evitar la aparición
de enfermedades profesionales y accidentes de trabajo, se controla el ambiente de trabajo y la exposición
de susceptible para alcanzar la repercusión de este sobre el proceso salud- enfermedad y la calidad de
vida del individuo, los grupos y la sociedad.
Al vincularse la epidemiología y la salud ocupacional, resulta imprescindible desarrollar los clásicos
usos de esa disciplina, el análisis de la situación de
salud (ASIS) y la vigilancia en salud, totalmente vinculados al campo específico de la salud del trabajador.
La intención es mostrar cómo deberían integrarse las actividades derivadas de estos dos usos, que son
los de mayor aplicación en los servicios orientados a la salud del trabajador para lograr mejores resultados.
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Fte: Apuntes sobre Epidemiología Ocupacional
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