lunes, 11 de febrero de 2013

Renuncia de Benedicto XVI. Un acto de Humildad


Para quienes creen en los charlatanes Astrólogos,  Adivinos y Brujos. ¿Leyó Ud. en algún lado que predijeran que el Papa Benedicto XVI abdicaría  el Trono de San Pedro?. Sin duda, esta es la noticia del año. En mi caso, como Cristiano Católico, este acontecimiento no usual, representa el reconocimiento de que el Papa es humano; no es Dios. A pesar de su brillante y claro pensamiento, esta abdicación representa un acto de humildad en reconocer sus propias limitaciones explicadas por el mismo como son su "edad avanzada " y por sentir que le falta el vigor para seguir en el cargo.
Benedicto XVI, de 85 años, agregó que es muy consciente de que este ministerio, por su naturaleza espiritual, "debe ser llevado a cabo no únicamente con obras y palabras, sino también y en no menor grado sufriendo y rezando".
El Obispo de Roma consideró que en el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe... es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu.
Y entonces destacó que en los últimos meses este vigor ha disminuido "de tal forma que reconoce su incapacidad para ejercer bien el ministerio que le fue encomendado”…y  que "muy consciente de la seriedad de este acto y con plena libertad", renunciaba al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro.
La Iglesia Católica prevé en el Derecho Canónico, la figura de la renuncia, por tanto está claro que en esta ocasión nuevamente se elegirá un nuevo Papa que asegure la continuidad de la sucesión apostólica. Históricamente, es el cuarto Pontifique que ha renunciado en toda la historia de la Iglesia. Los Cristianos Católicos sabemos la ruta de la sucesión, lo que hay que hacer y lo que acontecerá en las próximas semanas. Hay un rumbo a seguir. Todo lo anterior me permite hacer una breve reflexión en lo que acontece en mi país, Venezuela. Tenemos un Presidente hasta donde sabemos, en condiciones muy críticas para gobernar de manera consciente, en otras palabras, en peores condiciones físicas y mentales que el Papa Benedicto XVI. Un estadista verdadero habría previsto no someter a un país a un estrés colectivo y si esa era su elección, había una  ruta alternativa  a seguir de acuerdo a la Constitución, pero nos la cambiaron. Compare Ud. ambas actitudes y haga sus conclusiones. Si el representante de la sucesión  apostólica, quien es líder de 1.200 millones de  Católicos en el mundo, lo hizo ¿Por que no hacerlo alguien que gobierna a 30 millones de habitantes?

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