En Venezuela en los últimos 4 días las autoridades han reportado 290
nuevos casos confirmados de COVID-19, lo cual representa un aumento
importante del registro, considerando que anteriormente solo se
alcanzaron cifras semejantes en periodos de más de 36 días de evolución
de la epidemia en el país.
Este repunte tiene un aire de deja vu. Pudiera resultar parecido a lo ocurrido en Japón y Singapur, países que, en un principio, lograron controlar la epidemia por unos dos meses, pero presentaron un aumento exponencial de casos semanas después de haber relajado algunas medidas de distanciamiento y uso masivo de tapabocas. También, estos países tenían un abordaje diagnóstico limitado, ya que no hacían suficientes pruebas moleculares tipo PCR-RT. Pero lo más resaltante fue que Singapur desestimó el impacto de no evaluar adecuadamente los grupos vulnerables de trabajadores migrantes, quienes han sido el grupo con más casos.
Con COVID-19 los tiempos no son inmediatos. Por la dinámica de los periodos de incubación, de contagio y evolución clínica, los aciertos o descuidos en el abordaje epidemiológico se hacen evidentes en 2 a 4 semanas. Los casos severos, que representan un 15 % de los confirmados, se manifiestan en 7 a 14 días del inicio de los síntomas, y las lamentables muertes ocurren en su mayoría a las 4 a 6 semanas del contagio inicial. Es por eso que el repunte de casos severos y muertes se presenta semanas después del incremento de casos.
La amplia diseminación del nuevo coronavirus se debe a que la mayoría de los contagiados sufre una infección leve o incluso asintomática. Ellos, al no sentirse enfermos, no limitan sus actividades, y pueden contagiar a decenas o centenares de personas a su paso, en especial si no cumplen las medidas de distanciamiento, uso de mascarillas e higiene de manos. Se ha establecido que los asintomáticos, incluso hablando o cantando, pueden contagiar a otros a corta distancia o en espacios cerrados, por la emisión de gotículas con potencial capacidad infectante.
La mayoría de los países con un mejor control de la epidemia han tomado medidas tempranas de cuarentena estricta, las cuales han resultado exitosas en la reducción de casos y muertes. Esto logra mantener obligados en casa a los potenciales diseminadores asintomáticos. Pero estas medidas también causan mucho rechazo en la población por su negativo impacto económico, social y psicológico.
Con la pandemia de COVID-19, los distintos países han tenido tiempo suficiente para prepararse y optimizar sus estructuras y programas de contención y blindaje. Algunos han mejorado incluso sus sistemas de salud, aumentado el número de camas, fabricando o comprando recursos de protección personal, ampliando las estructuras diagnósticas, capacitando personal. Han desarrollado la telemedicina y educado a la población, mientras que otros desestimaron el problema y han actuado cuando ya era tarde, cuando tenían la epidemia en cara.
En Venezuela, se ha tenido más de 5 meses para prepararnos, y todavía existen elementos que generan mucha preocupación, aspectos que deben mejorarse. Es, en esta línea que se establecen las siguientes recomendaciones:
Realizar un diagnóstico temprano de los contagiados con PCR-RT
Las pruebas moleculares tipo PCR-RT son las únicas autorizadas por la OMS para establecer el diagnóstico temprano y oportuno de COVID-19. Son pruebas directas que identifican la presencia del material genético del virus o ARN, incluso antes que se tenga síntomas. El diagnóstico oportuno permite identificar y aislar los casos, antes que contagien, día a día, a muchos más. Por ejemplo, en España, las pautas ministeriales establecen que todo caso sospechoso de infección por SARS-Cov-2 debe hacerse PCR-RT en las primeras 24 horas.
Por el contrario, las pruebas rápidas que se utilizan en el país, son pruebas indirectas que miden anticuerpos totales, y son inadecuadas para el diagnóstico temprano de COVID-19. Los anticuerpos son glucoproteínas que produce el sistema inmune ante la infección. Suelen detectarse en sangre a partir de 1 a 2 semanas de enfermedad. Buscar un diagnóstico por pruebas rápidas retrasa la identificación y aislamiento de los contagiados por más de 1 semana, lo cual es inadecuado, ya que permite una mayor diseminación de la epidemia.
Aumentar el número diario de pruebas moleculares tipo PCR-RT
Para contener la creciente epidemia debemos realizar pruebas moleculares a todos los que estén en riesgo, o que tengan relevancia médica o epidemiológica, según criterios muy bien establecidos.
La OMS señala que los países deben efectuar la suficiente cantidad de pruebas que permita tener una tasa de positividad de menos de 10 %. Eso significa que por cada 100 PCR-RT que se hagan deberíamos tener positivas menos de 10. Si tenemos porcentajes mayores significa que estamos haciendo pocas pruebas. Implica que se está estudiando solo a los evidentemente enfermos, y se escapan los asintomáticos y otros en riesgo.
Por ejemplo, si el 19 de mayo se reportó en Venezuela 77 casos nuevos, se debería buscar hacer más de 770 pruebas diarias de PCR-RT. Para lograr tal cantidad de pruebas se requiere la autorización inmediata a los centros públicos y privados con capacidad y experiencia en biología molecular, para que puedan realizar las pruebas sin restricción, como en cualquier otro lugar del mundo.
Dar información amplia y detallada de los casos
Para los profesionales de salud y las sociedades científicas resulta necesario tener la información relevante y detallada de los casos, con el fin de poder tener una mejor percepción del problema y apoyar en la contención, prevención y educación. Desde el gremio médico y las sociedades científicas esperamos tener un mayor detalle clínico y epidemiológico de estos casos, con un abordaje científico, para lo cual hacemos un llamado a la reinstauración del Boletín Epidemiológico Semanal que tiene más de 4 años en silencio.
Un adecuado abordaje epidemiológico es lo que puede ayudar a permitir identificar cuáles son los grupos de mayor riesgo, que requieren realización masiva de pruebas oportunas. Para eso, la data debe ser accesible y bien recolectada, sin sesgos de ningún tipo.
Una exigencia para optimizar el sistema de salud
En un país con un sistema de salud con un deterioro profundo y crisis prolongada, la mejor estrategia va a ser evitar los casos, ya que no hay modo de abordar adecuadamente los enfermos con tantas deficiencias básicas en tapabocas, guantes, batas, agua, jabón, desinfectantes, medicamentos, laboratorio, radiología, entre muchas más. Es una lamentable realidad el hecho de que en nuestros hospitales no se puede hacer una simple radiografía, tomografía, gases arteriales, hematología, química, cultivos, ni se dispone de la mayoría de los medicamentos esenciales.
Es necesario garantizar la disponibilidad amplia y suficiente de los recursos para la protección personal de los profesionales y trabajadores en el área de la salud, así como los que permitan una adecuada atención de todos los enfermos.
Un mejor control en el retorno de los connacionales
Resulta preocupante que, en los últimos reportes, la mayoría de los nuevos casos son importados. Es verdad que los connacionales tienen el derecho de retornar a su país, pero para evitar la extensión de la epidemia, este reingreso debe realizarse bajo un estricto control y seguimiento. Todos los viajeros asintomáticos deben cumplir un estricto aislamiento de 14 días, y se debe realizar una prueba molecular tipo PCR-RT al inicio y final del aislamiento.
Las pruebas de anticuerpos que discriminan entre anticuerpos IgM e IgG, pueden apoyar en descartar la posibilidad de infección reciente o pasada; en especial hacia el final de los 14 días. Los que tengan la prueba positiva de PCR-RT o desarrollen síntomas se deben aislar en un establecimiento distinto. Los retornados que están alojados en hoteles u hospedajes, no deben compartir áreas comunes, ni tener contacto con otras personas. Los cuidadores de estos hospedajes deben tener la protección personal correspondiente, y no pueden compartir los espacios de descanso, ni áreas de comida al mismo tiempo con otros compañeros.
La población general debe reforzar las medidas
Lamentablemente no es momento de relajar las medidas de cuarentena y distanciamiento, en especial para personas con enfermedades predisponentes o con más de 60 años. Y para los que deben salir por comida, medicamentos o a trabajar, es importante mantener el adecuado uso del tapabocas todo el tiempo, mantener una higiene frecuente de manos, evitar tocarse la cara, y conservar una distancia mayor de 2 metros con otras personas. Si tiene síntomas consulte de inmediato a su médico o llame a alguno de los distintos números de orientación telefónica.
Fte: Prodavinci
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