Deben establecerse planes de contingencia para disposición final de un residuo o combinación de ellos, que presenten importantes peligros, actuales o futuros, para la vida humana, animal o el medio ambiente y que, por consiguiente, no se pueden manipular o eliminar sin tomar acciones especiales.
El tratamiento de residuos peligrosos,después de su adecuada neutralización o desactivación, exige su separación teniendo en cuenta la naturaleza química de las sustancias derramadas. Por ejemplo, los residuos de ácidos inorgánicos deben separarse de los de ácidos orgánicos; de esta manera se puede tomar una decisión acerca de su eliminación, ya sea por incineración, solidificación o reciclaje.
Los residuos peligrosos ( sólidos, líquidos o gaseosos ) requieren procedimientos especiales para su disposición final que cumplan con las reglamentaciones de seguridad para el personal y las normas de preservación del medio ambiente. Estos procedimientos deben ser supervisados por profesionales capacitados y deben tomarse todas las precauciones necesarias.
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