A pesar de la complejidad del riesgo químico y de los distintos efectos y peligros que conlleva su materialización, gestión preventiva del riesgo es la misma. De esta forma, el proceso de gestión preventiva frente al riesgo químico consiste en:
1. Identificación de sustancias peligrosas: para ello los laboratorios de química deben contar con las “fichas de datos de seguridad”, que suministran los proveedores, y con sustancias químicas correctamente etiquetadas.
2. Conocer la naturaleza de las sustancias peligrosas: su toxicidad para los seres humanos, para el medio ambiente y su capacidad para inflamarse o actuar como comburente. Para ello se hace necesario conocer las vía de penetración de cada sustancia química, así como su comportamiento físico-químico.
3. Eliminar y controlar el riesgo: una vez que se ha identificado y que se conoce la sustancia peligrosa se debe valorar la necesidad de su uso. En ningún caso se realizarán prácticas docentes en laboratorios de química con sustancias que puedan ser cancerígenas o muy tóxicas, como por ejemplo el tolueno y los disolventes orgánicos. A tal efecto sebuscarán alternativas que produzcan menos perjuicio.
Así, las líneas de actuación preventiva frente al riesgo químico en los laboratorios debe realizarse antes de que el daño se produzca y debe estar centrada concretamente en:
1. Selección de los productos menos nocivos y minimización de su uso.
2. Eliminación o minimización de la exposición a la sustancia química de
los usuarios de los laboratorios de química.
3. Información y formación sobre las sustancias presentes en los laboratorios, sus riesgos y los métodos para prevenirlos
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