Con limitaciones de equipos de bioseguridad y déficit de personal enfrentan los trabajadores del Servicio Autónomo Hospital Universitario de Maracaibo
(Sahum), único hospital centinela de la capital zuliana, el incremento
del número de pacientes con COVID-19 durante los primeros días de junio.
“El hospital está colapsado”, expresó una doctora del centro que prefirió resguardar su identidad.
En los últimos días, el hospital ha recibido numerosos pacientes relacionados con el brote del mercado Las Pulgas de Maracaibo,
uno de los principales centros de comercio de la ciudad, convertido en
el foco de transmisión comunitaria de coronavirus más importante en el
país en la actualidad, que suma 121 casos activos según las autoridades.
Ante el déficit de personal y el aumento de casos, los médicos y los
residentes de posgrado de todas las especialidades hacen turnos de
guardia en las áreas destinadas para la atención de pacientes con
COVID-19.
El centro se encuentra en la “fase 2” del plan
elaborado por los especialistas para prepararse contra el coronavirus:
cuando el área principal de aislamiento se queda pequeña, se abren otras
alas de hospitalización debido a la llegada de muchos pacientes,
destaca un especialista.
El Hospital Universitario de Maracaibo habilitó tres pisos
para alojar pacientes con COVID-19. En caso de que se desborde su
capacidad de hospitalización, se pasaría a una “fase 3” que requerirá el
apoyo de otros centros. Así, el Sahum pudiera convertirse en próximos
días en el primer hospital venezolano en ver sobrepasada su capacidad
durante la pandemia.
Trabajadores de las áreas de COVID-19 denuncian que les entregan un solo equipo de protección personal por día
y pasan hasta 24 horas con los mismos equipos de bioseguridad. Agregan
que hay guardias “sin personal de enfermería” y que algunos pacientes
estuvieron hasta cinco días sin recibir tratamiento,
pues las tabletas de hidroxicloroquina, parte del protocolo dispuesto
por el Ministerio de Salud, tardaron en llegar. Además, aseguran que la
alimentación para los pacientes es una sola: arroz y granos.
Residentes expuestos
El personal afirma que muchos residentes de posgrado del hospital
participan en los protocolos de atención a pacientes con COVID-19 porque
desean culminar sus estudios, porque de lo contrario “renunciarían” debido a los riesgos a los que son sometidos: posibilidad de contagio por equipos limitados, falta de seguridad y amenazas.
Además de la dotación limitada de equipos de bioseguridad, los médicos están expuestos a “eventualidades” por molestias
de parte de familiares y de los propios pacientes, que en ocasiones
expresan que se quieren ir del hospital. No cuentan con seguridad y
reciben amenazas por si revelan información o si se niegan a atender
pacientes ante la ausencia de equipos de protección personal.
“La condiciones para los residentes de posgrado son terribles. Si se
enferman (asintomáticos) ni siquiera se les garantiza un cupo en el
hospital. Los envían a moteles donde no hay nadie. Y además si están
enfermos sintomáticos no se les garantiza un ventilador”, agrega un
especialista del centro, donde dos residentes de Cirugía ya han dado
positivo.
El centro se encuentra en la “fase 2” del plan
elaborado por los especialistas para prepararse contra el coronavirus:
cuando el área principal de aislamiento se queda pequeña, se abren otras
alas de hospitalización debido a la llegada de muchos pacientes,
destaca un especialista.
El Hospital Universitario de Maracaibo habilitó tres pisos
para alojar pacientes con COVID-19. En caso de que se desborde su
capacidad de hospitalización, se pasaría a una “fase 3” que requerirá el
apoyo de otros centros. Así, el Sahum pudiera convertirse en próximos
días en el primer hospital venezolano en ver sobrepasada su capacidad
durante la pandemia.
Trabajadores de las áreas de COVID-19 denuncian que les entregan un solo equipo de protección personal por día
y pasan hasta 24 horas con los mismos equipos de bioseguridad. Agregan
que hay guardias “sin personal de enfermería” y que algunos pacientes
estuvieron hasta cinco días sin recibir tratamiento,
pues las tabletas de hidroxicloroquina, parte del protocolo dispuesto
por el Ministerio de Salud, tardaron en llegar. Además, aseguran que la
alimentación para los pacientes es una sola: arroz y granos.
Residentes expuestos
El personal afirma que muchos residentes de posgrado del hospital
participan en los protocolos de atención a pacientes con COVID-19 porque
desean culminar sus estudios, porque de lo contrario “renunciarían” debido a los riesgos a los que son sometidos: posibilidad de contagio por equipos limitados, falta de seguridad y amenazas.
Además de la dotación limitada de equipos de bioseguridad, los médicos están expuestos a “eventualidades” por molestias
de parte de familiares y de los propios pacientes, que en ocasiones
expresan que se quieren ir del hospital. No cuentan con seguridad y
reciben amenazas por si revelan información o si se niegan a atender
pacientes ante la ausencia de equipos de protección personal.
“La condiciones para los residentes de posgrado son terribles. Si se
enferman (asintomáticos) ni siquiera se les garantiza un cupo en el
hospital. Los envían a moteles donde no hay nadie. Y además si están
enfermos sintomáticos no se les garantiza un ventilador”, agrega un
especialista del centro, donde dos residentes de Cirugía ya han dado
positivo.
Según el Colegio de Médicos del estado Zulia, el único hospital centinela de Maracaibo, que ahora cuenta con una junta directiva interventora, tiene solo 14 camas operativas en la Unidad de Cuidados Intensivos
(UCI). De acuerdo con trabajadores del centro, hay 12 cupos para
ventilación. Además, el Sahum tiene fallas en el suministro de agua y se
surte con cisternas.
Levantar un cuerpo
Este miércoles 3 de junio, un video encendió las alarmas en redes sociales. La grabación, realizada desde el piso 5,
uno de los niveles destinados para la atención de COVID-19, mostraba el
desespero de los pacientes ante la ausencia de personal y el
fallecimiento de una persona.
“No hay nada de medicamentos, nada de enfermeras, se acaba de morir
un paciente que tiene aquí varios días y no atienden”, dice una voz
masculina en el video. “Por favor ayúdennos”, agrega.
Para los especialistas, el video es el reflejo del hospital. Sin
embargo, explican que el levantamiento de los fallecidos no se está
haciendo de manera inmediata, pues debe encargarse un personal
específico con un traje especial llamado Hazmat o traje de protección
NBQ (nuclear, biológica y química), que cubre todo el cuerpo y que
cuando se acaba es repuesto con retraso.“Para sacar el cadáver necesita hacerlo el personal de traslado.
Ellos deben llevar traje Hazmat. No están listos para buscarlos apenas
fallecen”, dice un especialista del hospital.