Condiciones de trabajo inadecuadas como el frío, el
calor, las corrientes de aire, la escasa o excesiva iluminación
y la indumentaria de trabajo incómoda producen
tensión y fatiga muscular, además de la
adopción de posturas forzadas que aumentan la probabilidad
de sufrir una lesión musculoesquelética.
Estos factores de riesgo se suman a la falta de diseño
ergonómico del espacio de trabajo y a las posturas
del cuerpo predominantes. Es evidente que “cuanto
más se preocupe el cliente por el servicio de seguridad
mejor serán tus cosas, tu garita, tu mobiliario, tus cámaras,
pantallas, sillas, temperatura, iluminación, etc.
Si no se preocupa, tendrás lo mínimo”, nos explica una
delegada de la sección sindical en relación a muchos
de estos factores desfavorables.
Temperatura y corrientes de aire
“Muchas veces, el control de accesos está junto a
la entrada al edificio, con corrientes de aire y mal
acondicionados”, miembro de la sección sindical
de empresa de seguridad.
“Si pasas de la oficina que está aclimatada al exterior
para hacer rondas, hay un cambio muy brusco
de temperatura y estos cambios de frío y calor en
invierno y en verano…, te dejan pajarito, esto castiga
mucho”, vigilante en centro de ocio.
“El frío en invierno estando en las puertas en los
turnos de noche es horrible. Pillas un resfriado que
no te lo quitas en meses. Tienes que buscar un sitio
donde no te den las bocanadas de aire frío”, vigilante
en hospitales.
Iluminación
“La iluminación dentro del furgón en el turno de la
noche es casi nula, encima que te tienes que agachar,
ni ves”, vigilante de transporte de fondos.
“La iluminación en el escáner es regular o más bien
mala, ya no sabes ni cómo ponerte para ver”, vigilante
en servicios ferroviarios.
Equipos de protección individual y uniformidad
“Como no quieres el calzado que te da la empresa,
te lo compras tú, por lo menos para intentar estar
más cómodo”, miembro de la sección sindical de
una empresa de seguridad privada.
“Todos llevan chubasquero menos yo. Llevan diciéndome
en la empresa que va de camino…, desde
hace dos años. Me han dado una especie de parca
que solo me tapa hasta la cintura, por lo que me
mojo las piernas”, vigilante de centro de ocio.
Pero no acabamos aquí: ¿tiene la organización del
trabajo algo que ver con la fatiga física y el esfuerzo
postural que padece el personal de seguridad privada?
Evidentemente, la respuesta es sí. Los riesgos
psicosociales derivados de la inadecuada organización
del trabajo están provocando graves consecuencias
en la salud del colectivo. Realmente esta
temática daría contenido a una nueva revista, pero en
esta solo podemos centrarnos en aquellas condiciones
de la organización del trabajo que con más frecuencia
el personal de seguridad privada ha
relacionado directamente con su salud musculoesquelética:
- Largas jornadas de 10 y 12 horas en posturas estáticas que aumentan el tiempo de exposición diario.
- El escaso tiempo de descanso entre una jornada y la siguiente que dificulta la recuperación física. El trabajo nocturno que no permite descansar ni de día ni de noche.
- Los continuos cambios de cuadrante sin suficiente antelación sobre todo entre el personal temporal, “el pico”, que impide descansar a nivel físico.
- La rotación de turnos de mañana, tarde y noche en una misma semana sin posibilidad de descansar ni estabilizar los ciclos alimentarios y de sueño.
- Las agresiones y conflictos, las malas relaciones con clientes y/o mandos intermedios, que provocan tensión muscular.
En general, un aspecto a destacar y mejorar tras el
análisis de la información recabada ha sido los cuadrantes.
Las empresas de seguridad privada delegan
en el jefe de equipo la responsabilidad de realizar los
cuadrantes del servicio, sin preocuparse de formarle
para ello, y mucho menos explicarle los criterios que
a nivel organizativo (psicosocial) y ergonómicos debe
considerar para garantizar la salud y seguridad de sus
compañeros y compañeras. Así, la empresa se olvida
de esta responsabilidad que identifica como una tarea
más, muy mal pagada por su parte. “A veces se crean
verdaderos cortijos en los equipos de vigilantes en el
servicio. Un buen líder puede hacer que un servicio que
va mal, funcione bien, y un jefe puede conseguir justo
lo contrario. Ser jefe de equipo no es fácil y la responsabilidad
que delega la empresa en esta figura, se excede”,
explica la delegada en sección sindical en
empresa de seguridad privada.
Fte: Revista sobre riesgos ergonómicos del personal de seguridad privada
Junio 2018
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