miércoles, 27 de junio de 2018

Otros factores que agravan el dolor y la molestia Musculoesquelética

factores que agravan el dolor y la molestia Musculoesquelética


Condiciones de trabajo inadecuadas como el frío, el calor, las corrientes de aire, la escasa o excesiva iluminación y la indumentaria de trabajo incómoda producen tensión y fatiga muscular, además de la adopción de posturas forzadas que aumentan la probabilidad de sufrir una lesión musculoesquelética. Estos factores de riesgo se suman a la falta de diseño ergonómico del espacio de trabajo y a las posturas del cuerpo predominantes. Es evidente que “cuanto más se preocupe el cliente por el servicio de seguridad mejor serán tus cosas, tu garita, tu mobiliario, tus cámaras, pantallas, sillas, temperatura, iluminación, etc. Si no se preocupa, tendrás lo mínimo”, nos explica una delegada de la sección sindical en relación a muchos de estos factores desfavorables.

Temperatura y corrientes de aire
“Muchas veces, el control de accesos está junto a la entrada al edificio, con corrientes de aire y mal acondicionados”, miembro de la sección sindical de empresa de seguridad. “Si pasas de la oficina que está aclimatada al exterior para hacer rondas, hay un cambio muy brusco de temperatura y estos cambios de frío y calor en invierno y en verano…, te dejan pajarito, esto castiga mucho”, vigilante en centro de ocio. “El frío en invierno estando en las puertas en los turnos de noche es horrible. Pillas un resfriado que no te lo quitas en meses. Tienes que buscar un sitio donde no te den las bocanadas de aire frío”, vigilante en hospitales.

Iluminación 
“La iluminación dentro del furgón en el turno de la noche es casi nula, encima que te tienes que agachar, ni ves”, vigilante de transporte de fondos. “La iluminación en el escáner es regular o más bien mala, ya no sabes ni cómo ponerte para ver”, vigilante en servicios ferroviarios. 

Equipos de protección individual y uniformidad 
“Como no quieres el calzado que te da la empresa, te lo compras tú, por lo menos para intentar estar más cómodo”, miembro de la sección sindical de una empresa de seguridad privada. “Todos llevan chubasquero menos yo. Llevan diciéndome en la empresa que va de camino…, desde hace dos años. Me han dado una especie de parca que solo me tapa hasta la cintura, por lo que me mojo las piernas”, vigilante de centro de ocio.

Pero no acabamos aquí: ¿tiene la organización del trabajo algo que ver con la fatiga física y el esfuerzo postural que padece el personal de seguridad privada? Evidentemente, la respuesta es sí. Los riesgos psicosociales derivados de la inadecuada organización del trabajo están provocando graves consecuencias en la salud del colectivo. Realmente esta temática daría contenido a una nueva revista, pero en esta solo podemos centrarnos en aquellas condiciones de la organización del trabajo que con más frecuencia el personal de seguridad privada ha relacionado directamente con su salud musculoesquelética: 

  • Largas jornadas de 10 y 12 horas en posturas estáticas que aumentan el tiempo de exposición diario. 
  • El escaso tiempo de descanso entre una jornada y la siguiente que dificulta la recuperación física. El trabajo nocturno que no permite descansar ni de día ni de noche. 
  • Los continuos cambios de cuadrante sin suficiente antelación sobre todo entre el personal temporal, “el pico”, que impide descansar a nivel físico. 
  • La rotación de turnos de mañana, tarde y noche en una misma semana sin posibilidad de descansar ni estabilizar los ciclos alimentarios y de sueño. 
  • Las agresiones y conflictos, las malas relaciones con clientes y/o mandos intermedios, que provocan tensión muscular. 


En general, un aspecto a destacar y mejorar tras el análisis de la información recabada ha sido los cuadrantes. Las empresas de seguridad privada delegan en el jefe de equipo la responsabilidad de realizar los cuadrantes del servicio, sin preocuparse de formarle para ello, y mucho menos explicarle los criterios que a nivel organizativo (psicosocial) y ergonómicos debe considerar para garantizar la salud y seguridad de sus compañeros y compañeras. Así, la empresa se olvida de esta responsabilidad que identifica como una tarea más, muy mal pagada por su parte. “A veces se crean verdaderos cortijos en los equipos de vigilantes en el servicio. Un buen líder puede hacer que un servicio que va mal, funcione bien, y un jefe puede conseguir justo lo contrario. Ser jefe de equipo no es fácil y la responsabilidad que delega la empresa en esta figura, se excede”, explica la delegada en sección sindical en empresa de seguridad privada. 

Fte: Revista sobre riesgos ergonómicos del personal de seguridad privada Junio 2018

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