Los trabajadores domésticos realizan una serie de tareas para y en los hogares de otras personas. Entre estas labores están cocinar, limpiar, lavar la ropa y cuidar de los niños, ancianos o las personas con discapacidad. Trabajan como jardineros, vigilantes o chóferes de la familia. La mayoría son mujeres. Con frecuencia están excluidos, de jure o de facto, de la protección de la legislación laboral y de la seguridad social. Esto se debe en parte a que el trabajo doméstico se lleva a cabo en los hogares e involucra, en gran medida, tareas que las mujeres tradicionalmente llevan a cabo sin recibir un salario.
No obstante, ha habido un reconocimiento cada vez mayor, a nivel nacional e internacional, del valor económico y social del trabajo doméstico y de la necesidad de mejorar las condiciones de trabajo y de vida de los trabajadores domésticos. Un número de países ha puesto en práctica o está formulando medidas legales y políticas con este fin. Estas demuestran que existen diversas maneras de regular el trabajo doméstico.
Las características específicas del trabajo doméstico y las diversas realidades en el mundo exigen enfoques innovadores y creativos para proteger a los trabajadores domésticos y al mismo tiempo responder a las necesidades de las familias y hogares que los emplean. Esta página web de la OIT se propone apoyar las iniciativas en este sentido, al facilitar el intercambio de información, las experiencias de los países y los conocimientos, y herramientas prácticas sobre trabajo doméstico.
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