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La variante Ómicron del coronavirus fue detectada en noviembre en África y
en menos de 2 meses se propagó por el mundo: ya llegó a 149 países. Hay pruebas
que demuestran que Ómicron tiene una ventaja de crecimiento sustancial sobre la
variante Delta. En cuanto a su transmisión comunitaria, Ómicron tiene un tiempo
de duplicación de entre 2 y 3 días. Si una persona hoy se contagia la variante
Ómicron, debe tener presente cuánto tiempo dura la infección y que puede
contagiar a otros.
La variante
Ómicron es una variante más transmisible y generó un aumento explosivo de casos
en la mayoría de las ciudades en las que hay transmisión comunitaria. Ya se
registraron más de 312 millones de casos de COVID-19 en el mundo, según la
Organización Mundial de la Salud. Desde noviembre fue creciendo la circulación
de Ómicron hasta volverse predominante y está desplazando a Delta.
Cada vez que una
persona se infecta, hay un período de incubación, que es el tiempo que
transcurre entre la infección por el virus y la aparición de los síntomas de la
enfermedad. Con el COVID-19 hay casos de personas que adquieren la infección
pero no tienen síntomas.
Desde el inicio
de la pandemia se consideró que el período de incubación de la infección por el
coronavirus puede oscilar entre 1 y 14 días, y en promedio alrededor de 5 días.
Por esta razón, se exigía que las personas que habían estado en contacto
estrecho con un caso confirmado debían aislarse más de 10 días. En el caso de
la gripe, en cambio, el período de incubación es 2 días en promedio y oscila
entre 1 y 7. Con Ómicron, el período de incubación es de dos a tres días.
Los síntomas más
frecuentes del COVID-19 son fiebre de 37,5°C, tos, dolor de garganta,
dificultad respiratoria, rinitis/congestión nasal, dolor muscular, cefalea,
diarrea o vómitos. También puede ocurrir la pérdida brusca de gusto u olfato.
En esos casos, hay que aislarse y consultar al sistema de salud de la localidad
donde la persona se encuentre.
¿Y cuándo deja de
contagiar el virus la persona afectada? “Hoy, en base a la evidencia
disponible, se sabe que el 97% de las personas con COVID-19 dejan de transmitir
el coronavirus después de 7 días del inicio de los síntomas. Este cambio se
debe a que circula la variante Ómicron y a que una mayor proporción de la
población ya está vacunada completamente. Al estar vacunada, se reduce el
riesgo de que esa persona contagie el virus si se llegara a infectar”, explicó
a Infobae el doctor Javier Farina, miembro de la Sociedad Argentina de
Infectología (SADI) y jefe de infectología del Hospital de Alta Complejidad
Cuenca Alta, en Cañuelas, provincia de Buenos Aires.
Quiere decir que
unos siete días después de que aparecieron los síntomas la mayoría de las
personas ya no serán contagiosas. Eso sucederá siempre y cuando ya no presenten
síntomas. En el caso en que la persona tenga el virus pero no presente
síntomas, es decir, que sea un caso asintomático, se considera que deja de
contagiar el virus después de los 7 días de haberse realizado la PCR, señaló el
doctor Farina.
Consultada por
Infobae la doctora Karin Kopitowski, directora del Departamento de
Investigación, Instituto Universitario Escuela de Medicina, Hospital Italiano
de Buenos Aires y presidenta de la Asociación Metropolitana de Medicina
Familiar, comentó: “Actualmente, se considera que la persona con COVID-19 puede
contagiar el virus a otras durante 7 días. Por eso, se les recomienda hacer un
aislamiento por una semana. En personas completamente vacunadas y
asintomáticas, es probable que el tiempo en que puede transmitir el virus sea
menor”.
Cumplir con el
aislamiento de los 7 días es importante para descansar, recuperarse y cuidar a
los demás. Porque el coronavirus se transmite por la cercanía con una persona
ya infectada tanto en un ambiente cerrado como al aire libre. También se
transmite a partir de personas contagiadas y puede quedar suspendido en el aire
especialmente en lugares con mala ventilación. Las personas que lo exhalan en
gotas o en aerosoles pueden estar contagiadas sin manifestar síntomas. Un hogar
en el que las personas pasan muchas horas al día juntas es un lugar
privilegiado para que el contagio ocurra.
La variante
Ómicron hizo entrar a la pandemia en una nueva fase, con un “tsunami” de casos
de COVID-19. Los servicios de atención médica tienen alta demanda, y hay
escasez de tests disponibles tanto en Argentina como en otros países. La jefa
técnica de la Organización Mundial de la Salud (OMS), María Van Kerkhove, pidió
el miércoles que no se minimice el riesgo del COVID-19 con la variante Ómicron.
“Hemos empezado este año con números récords de casos de
COVID-19 reportados a la OMS. Más de 15 millones de casos fueron notificados
durante los últimos 7 días. Es un récord alto. Tenemos aún con la detección de
casos y con la notificación y esto tiene que ver con acceso a los tests. No
tenemos acceso adecuado a herramientas que salvan la vida, como pruebas de
diagnóstico alrededor del mundo. Continuamos trabajando por eso. Pero eso no
tiene en cuenta los desafíos de la vigilancia alrededor del mundo tanto como
gente que se hace autotesteos en el hogar y no es registrada. Sabemos que 15
millones es una subestimación”, afirmó la epidemióloga Van Kerkhove.
Con respecto a los fallecimientos, hubo más de 43.000
muertes reportadas a OMS. “Por lo tanto, observamos un cambio importante entre
el número de casos y una proporción menor de personas que están muriendo.
Tenemos aún 43.000 personas que han muerto durante los últimos siete días
solamente, y cada uno de esos casos es una tragedia”, remarcó Van Kerkhove. Y
advirtió al mundo que puede haber más muertes.
“En cuanto Ómicron entre y circule entre las poblaciones
vulnerables, observaremos un incremento de hospitalizaciones y fallecimientos.
Por lo tanto, por favor, traten a este virus tan seriamente como debe ser
considerado. No es para asustar a nadie, pero la narrativa de que es un resfrío
común no es verdadera -alertó-. La narrativa de que es solo leve no es
verdadera. Tenemos realmente que combatirla. No es tiempo de rendirse. Tenemos
las herramientas que pueden mantener a las personas seguras. Vacunación entre
aquellos que están más en riesgo en todo el mundo más usar herramientas para
reducir la transmisión. Los dos lados de esa ecuación son muy críticos ahora y
necesitamos reforzar esa estrategia integral”.
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