Registro de cancerígenos—Finlandia. En 1979, Finlandia estableció un sistema nacional de notificación obligatoria del uso de 50 cancerígenos en la industria. Las tendencias observadas durante los primeros siete años de vigencia se publicaron en 1988 (Alho,Kauppinen y Sundquist 1988). Más de las dos terceras partes de los trabajadores expuestos trabajaban con sólo tres tipos de cancerígenos: cromatos, níquel y compuestos inorgánicos, o amianto. La vigilancia de riesgos reveló así que un número sorprendentemente pequeño de compuestos causaban la mayoría de las exposiciones y, de esta forma, los esfuerzos pudieron centrarse en el control de éstas.
Otra utilidad importante del registro consiste en evaluar las razones de que algunas sustancias incluidas en la lista “salgan” del sistema, es decir, por qué el uso de un cancerígeno se declara en una encuesta pero no en las siguientes. El 20 % de estas salidas correspondieron a exposiciones que seguían produciéndose, pero que no se declaraban. En consecuencia, se tomó la decisión de educar e informar a las industrias encuestadas sobre la importancia de una notificación rigurosa. Otro 38 % de las salidas se debieron al cese de la exposición, en más de la mitad de los casos por haberse sustituido la sustancia cancerígena por otra no cancerígena. Es posible que los resultados de los informes del sistema de vigilancia promuevan este tipo de sustituciones. Casi todas las demás salidas se produjeron como resultado de la eliminación de las exposiciones en virtud de controlestécnicos, cambios en los procesos o una reducción considerable en el uso de la sustancia o en la duración de la exposición. Sólo el 5 % de las salidas se produjeron como resultado del uso de equipos de protección individual. Este ejemplo demuestra cómo un registro de las exposiciones puede constituir una buena fuente de información sobre el uso de cancerígenos y los cambios que experimenta este uso con el tiempo.
Encuesta Nacional de Exposiciones Profesionales (NOES). El NIOSH realizó dos Encuestas Nacionales de Exposiciones Profesionales (NOES) con diez años de separación para estimar el número de trabajadores y lugares de trabajo potencialmente expuestos a una amplia gama de riesgos. Se prepararon mapas nacionales y estatales en los que se representaban los distintos aspectos estudiados, tales como la pauta de exposición al formaldehído de los trabajadores y lugares de trabajo (Frazier, Lalich y Pedersen 1983). Superponiendo estos mapas sobre mapas de mortalidad por causas específicas (p. ej., cáncer de los senos nasales), se pueden realizar exámenes ecológicos sencillos para generar hipótesis que luego se investigan mediante un estudio epidemiológico adecuado.
Asimismo, se analizaron las variaciones observadas entre las dos encuestas: por ejemplo, la proporción de instalaciones con exposición potencial a ruido continuo que carecían de controles operativos (Seta y Sundin 1984). Al analizar los datos por sectores industriales, se observaron pocos cambios en la construcción (del 92,5 % a 88,5 %), frente al acusado descenso en el sector de las sustancias químicas y productos relacionados (del 88,8 % al 38,0 %) o en el caso de los distintos servicios de reparación (del 81,1 % al 21,2 %). Esta reducción podría deberse a la aprobación de la Ley sobre salud y seguridad en el trabajo, a los convenios colectivos aprobados, al temor a responsabilidades legales y a la mayor sensibilización de los trabajadores.
Actuaciones inspectoras (respecto a la exposición) (OSHA). La OSHA lleva más de veinte años inspeccionado los lugares de trabajo para evaluar la validez de los controles de la exposición. Los datos obtenidos en gran parte de este tiempo se han introducido en una base de datos, el Sistema de Información Integrada de Gestión (OSHA/IMIS). Se han analizado las tendencias a largo plazo de algunas exposiciones entre 1979 y 1987. En el caso del amianto, existen claros indicios de la eficacia de los controles.
Por el contrario, en lo que respecta al sílice y al plomo, aunque se redujo el número de muestras recogidas para la exposición, sigue siendo elevado el número de casos de sobreexposiciones a ambas sustancias. Los datos indican también que el número de inspecciones en las que se superan los límites de exposición permaneció esencialmente constante. Estos datos pueden ser muy útiles a la OSHA para planificar estrategias que faciliten el cumplimiento de la normativa sobre el sílice y el plomo La base de datos mencionada se ha utilizado también para realizar un análisis cuantitativo de los niveles de exposición al sílice en nueve sectores y en los correspondientes puestos de trabajo de los mismos (Froines, Wegman y Dellenbaugh 1986).
Los límites de exposición se superaron en menor o mayor grado, desde un 14 % (fundiciones de aluminio) hasta un 73 % (alfarerías). En las alfarerías, se analizaron varios puestos de trabajo y se observó que la proporción en que se superaban los límites de exposición oscilaba entre el 0 % (peones) y el 69 % (esmaltadores). El grado en que se superaba el límite de exposición variaba, pues, según el puesto de trabajo. Así, por ejemplo, la exposición de los esmaltadores era, por término medio, dos veces superiores al límite de exposición, mientras que la exposición de los nebulizadores de esmalte/barniz era, por término medio, ocho veces superior al límite. Este nivel de detalle debería ser útil tanto para los directivos y trabajadores del sector, como para los organismos públicos responsables de controlar las exposiciones profesionales.
_______________________
Fte: Enciclopedia OIT
_______________________
Fte: Enciclopedia OIT
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Escriba su Comentario